
Candela Gelateria es un proyecto de José Manuel Marcos Candela —subcampeón mundial de helados en 2018 y nombrado Hijo Predilecto de Redován—, un ejemplo de cómo el talento y la apuesta por lo local pueden trascender fronteras.
Tuve la oportunidad de coincidir con José Manuel Candela en una charla para estudiantes de cocina y sala en un instituto de Los Montesinos, donde compartimos visión sobre la importancia de la formación, la evolución y el producto.
Helados excepcionales
Probé la mezcla de vainilla y fresa, que recuerda a un cheesecake ligero (una de esas mezclas perfectas), y confirmé lo esencial: aquí los helados son orgánicos, digestivos y memorables.
La digestión lo dice todo.
Esta visita la realicé en el centro comercial Ociopía, Orihuela, acompañada por José Rosa, fotógrafo y publicista especializado en gastronomía.
El espacio es sencillo, quedándose corto por la afluencia de clientes. Más mesas, "compañía" para la única empleada, y puestos a pedir, algo de Crujiente (panadería/pastelería del mismo autor), para así poder llevar algo a casa.
Candela es un símbolo
En un tiempo en que lo artesanal parecía desaparecer en pueblos y pequeñas ciudades, Candela y Crujiente marcan un giro. No es solo gastronomía, es resistencia cultural: calidad que no se concentra en capitales, sino que devuelve valor a lo local.
Fan incondicional del crecimiento local en propuestas de calidad.
Esperando a Crujiente...
Personalmente, estoy esperando la reapertura de Crujiente, que se está ampliando para ofrecer panes orgánicos elaborados con harinas ecológicas, granos de calidad molidos en molino de piedra y fermentaciones cuidadas. Y tengo claro que lo pienso probar con una mantequilla de leche cruda fermentada: la combinación perfecta.
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Jiwa Biru Consultora
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